Our privacy is something that we value very much and we try to protect at all costs. But in return we see that, in this era of constant technological advances, we seek to show to those around us or observe, only elements of our lives that improve the image we want to project. To do this, we strive more to create “virtual” social relationships through networks on technology platforms than to cultivate those traditional, real and tangible social relationships.
In these times, the real interaction is reduced practically to the family nucleus and a society is created increasingly segmented by the different lifestyles, the intense pace with which one lives and where the inclusion of new technologies is leading to isolation of the individual, eventually bringing with it a sense of loneliness and depression.
It has been amply demonstrated over time that individuals need to experience the sense of belonging: in the family, in a social group, in a work environment, in a community. This sense of belonging brings with it innumerable personal and collective benefits, which result in a happier and healthier society.
Outside of our family nucleus, the most immediate people around us are our neighbors, with whom we meet on a daily basis when leaving our homes or the last ones we greet when we are about to enter our homes at the end of the day. They are the people we physically have closest to and with whom we share common spaces outside our homes. ¬ Hence the importance of taking the time to get to know them a little better and not just limit yourself to a quick greeting.
It is our neighbors who can help us in an emergency in our home, who can be aware of the security of our home when we are away, those who can serve as a link when we need to deliver or receive an order, in order to be the people closest to our community.
Certainly there will be neighbors with very harmful characteristics and with whom it is necessary to maintain distance to avoid any type of conflicts, but there will also be those people who will have a certain affinity with us and with whom a valuable friendship could develop.
But between these two extremes there is a whole range of people and families who live around us and who together should seek a healthy coexistence of community.
A community strengthened in values such as: respect, solidarity, tolerance, generosity, responsibility, honesty and the common good, is a community that will create a better society.
We offer some tips that can help to build a pleasant coexistence in community, such as:
- Know your neighbors, not only limit yourself to a quick greeting, but, maintaining prudence, take interest in knowing who the people are that involve your family, what concerns you may have within the community and offer help in the way that may be possible.
- Give a cordial welcome to the new neighbors that arrive.
- Kindly say hello to those in your neighborhood.
- Participate in community events.
- Be a volunteer in matters that involve working for the proper functioning of your community.
- Organize or attend social gatherings with your neighbors.
- Carry out acts of collaboration, solidarity and generosity that favor your community.
- Always seek prudence and discretion in relationships with your neighbors.
- If you have a problem with one of your neighbors, talk to him directly, kindly and respectfully. Do not use the social networks of the community to deal with a particular problem. Exhaust all the ways that involve a private, cordial, honest and respectful treatment with your fellow, before involving the rest of the community.
There are many ways to improve our life in community. We invite you to write us and make us your experiences on the subject.
Vivir en Comunidad
Nuestra privacidad es algo que valoramos muchísimo y procuramos resguardar a toda costa. Pero en contrapartida vemos que, en esta era de constantes avances tecnológicos, buscamos mostrar ante quienes nos rodean u observan, sólo elementos de nuestras vidas que mejoren la imagen que queremos proyectar. Para ello, nos esforzamos más en crear relaciones sociales “virtuales” a través de las redes en las plataformas tecnológicas que en cultivar aquellas relaciones sociales tradicionales, reales y tangibles.
En estos tiempos, la interacción real se va reduciendo prácticamente al núcleo familiar y se va creando una sociedad cada vez más segmentada por los diferentes estilos de vida, el intenso ritmo con el que se vive y donde la inclusión de nuevas tecnologías va llevando al aislamiento del individuo, trayendo consigo eventualmente sensación de soledad y depresión.
Ha sido ampliamente demostrado a través del tiempo que los individuos necesitamos experimentar el sentido de pertenencia: en la familia, en un grupo social, en un ambiente laboral, en una comunidad. Este sentido de pertenencia trae consigo innumerables beneficios personales y colectivos, que redundan en una sociedad más feliz y saludable.
Fuera de nuestro núcleo familiar, las personas más inmediatas a nuestro alrededor son nuestros vecinos, con quienes nos topamos a diario al salir de nuestros hogares o los últimos que saludamos cuando estamos por entrar a nuestras casas al final del día. Son las personas que físicamente tenemos más cercanas y con las que compartimos espacios comunes fuera de nuestras viviendas. De ahí la importancia de tomarse el tiempo para conocerlos un poco mejor y no sólo limitarse a un rápido saludo.
Son nuestros vecinos los que pueden ayudarnos en un momento de emergencia en nuestro hogar, los que pueden estar pendientes de la seguridad de nuestra vivienda cuando estamos fuera, los que pueden servir de enlace cuando necesitamos entregar o recibir alguna encomienda, en fin son las personas más cercanas dentro de nuestra comunidad.
Ciertamente existirán vecinos con características muy nocivas y con los cuales es necesario mantener distancia para evitar cualquier tipo de conflictos, pero también existirán aquellas personas que pondrán tener cierta afinidad con nosotros y con las cuales podría llegar a desarrollarse una valiosa amistad.
Pero entre estos dos extremos existe toda una gama de personas y familias que viven a nuestro alrededor y que en conjunto deberían procurar una sana convivencia de comunidad.
Una comunidad fortalecida en valores como: el respeto, la solidaridad, tolerancia, generosidad, responsabilidad, honestidad y el bien común, es una comunidad que creará una sociedad mejor.
Ofrecemos algunos consejos que pueden ayudar a construir una agradable convivencia en comunidad, tales como:
- Conoce a tus vecinos, no solo te limites a un rápido saludo, sino que, manteniendo la prudencia, interésate por saber quiénes son las personas que involucran su núcleo familiar, qué inquietudes puede tener dentro de la comunidad y ofrécele ayuda en la manera que sea posible.
- Da una bienvenida cordial a los nuevos vecinos que lleguen.
- Saluda amablemente a quienes te encuentres en tu vecindario.
- Participa en eventos comunitarios.
- Sé voluntario en asuntos que involucren trabajar por el buen funcionamiento de tu comunidad.
- Organiza o asiste a reuniones sociales con tus vecinos.
- Realiza actos de colaboración, solidaridad y generosidad que favorezcan a tu comunidad.
- Procura siempre la prudencia y la discreción en las relaciones con tus vecinos.
- Si se te presenta un problema con alguno de tus vecinos, habla con él directamente, de forma amable y respetuosa. No utilices las redes sociales de la comunidad para tratar un problema particular. Agota todos las vías que involucren un trato privado, cordial, honesto y respetuoso con tu semejante, antes de involucrar al resto de la comunidad.
Existen muchas maneras de mejorar nuestra vida en comunidad. Te invitamos a que nos escribas y nos comentes tus experiencias sobre el tema.
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