Currently, purchasing real estate in Miami is more affordable than in other countries, as Miami boasts higher investment appreciation projections than other global real estate markets. It is this profitability that investors prefer when choosing our city, seeking security when making a purchase.
In general, any type of property sells well and quickly, generating appreciation regardless of the cost, as long as it has a good location and the selling price is in line with the market.
Miami possesses numerous features that add value to this world-class city: Its dynamic business climate, multilingual workforce, low taxes, make the city a land of opportunities for small, medium, and large businesses. Its free trade zones serve as the transaction and commerce hub for Latin America and the southeastern United States. Additionally, the city has been considered by many as the epicenter of cultural, commercial, and gastronomic trends in recent years, transforming from an industrial zone to one of the most upscale destinations, directly competing with cities like New York.
The city of Miami offers a complete hotel offering, boasts top-tier roadways, an extensive network of hospitals, cultural and sports venues, entertainment, and countless educational centers. In addition to other infrastructure developments that benefit its growth and future outlook.
Miami is a cosmopolitan, friendly, and diverse city that continues to attract immigrants who find excellent investment opportunities and a better quality of life in Miami.
In this regard, being a city with so many virtues, we decided to explore the best areas to live, and in the pursuit of the most exclusive, we begin with the top of the list: Fisher Island.
This island is located at the southern tip of Miami Beach, north of the Port of Miami, spanning an area of 87 hectares and with an approximate population of 1,300 residents. It corresponds to the wealthiest zip code in the United States, with an average annual income per resident around $2.5 million.
In itself, it is a small city with a primary school, supermarket, health clinic, bank, post office, dry cleaner, golf course, tennis courts, two marinas, a recreational area for residents’ dogs, a hotel, and even a small astronomical observatory. Only residents or club members are present here, highlighting the exclusivity of the area. Access to the island can only be made by ferry. Stating that one is a resident of Fisher Island is a symbol of ultimate luxury.
This island was purchased in 1919 by real estate entrepreneur and visionary Carl Fisher, who expanded its initial surface. Despite being exposed to hurricanes for a century, the island has not sunk a meter.
In 1920, Carl Fisher met William Kissam Vanderbilt II, a frequent visitor to South Florida from one of the wealthiest families in the United States, and exchanged the island for a 75-meter-long yacht. The island changed hands over the next four decades.
It is not an island of grand mansions; mostly, it consists of medium-sized buildings whose apartments exceed an average of four hundred square meters.
In upcoming installments, we will continue exploring other areas of Miami, identifying those particular characteristics that are attractive to each buyer.
Fisher Island: la zona más exclusiva de Estados Unidos
Actualmente comprar una propiedad en Miami es más asequible que en otros países, ya que Miami presenta proyecciones de revalorización de la inversión más alta que otros mercados inmobiliarios a nivel mundial. Es por esta rentabilidad que los inversionistas prefieren elegir nuestra ciudad, ya que buscan seguridad al momento de comprar.
En general, cualquier tipo de propiedad se vende muy bien y rápidamente, generando una plusvalía sin importar el costo, siempre y cuando tengan una buena ubicación y el precio de venta este acorde con el mercado.
Muchas son las características que le agregan valor a Miami, esta ciudad de primer mundo: Con su clima de negocios dinámico, mano de obra multilingüe, bajos impuestos, hacen de la ciudad un lugar de oportunidades para pequeñas, medianas y grandes empresas. Sus zonas francas, son el centro de transacción y comercio para América Latina y el sureste de Estados Unidos, pero adicionalmente la ciudad ha sido considerada por muchos como el centro de la movida cultural, comercial y gastronómica de los últimos años, este núcleo ha pasado de ser una zona industrial a convertirse en uno de los lugares de más alto nivel para el disfrute de los turistas, compitiendo directamente con ciudades como Nueva York.
La ciudad de Miami brinda una completa oferta hotelera, cuenta con vías de primera categoría, una extensa red de hospitales, escenarios culturales, deportivos, entretenimiento e innumerables centros educativos. Además de otros desarrollos de infraestructura que benefician su crecimiento y proyección al futuro.
Miami una es ciudad cosmopolita, amable y diversa que continúa recibiendo inmigrantes que encuentran en Miami excelentes oportunidades de inversión y una mejor calidad de vida.
En este sentido, siendo una ciudad de tantas bondades, decidimos explorar cuáles son las mejores zonas para vivir, y buscando lo más exclusivo, comenzamos con el top de la lista:
Fisher Island.
Esta isla está ubicada en el extremo sur de Miami Beach, al norte del Puerto de Miami, comprende una superficie de 87 hectáreas y cuenta con una población aproximada de 1.300 residentes, corresponde al código postal más rico de Estados Unidos, el promedio anual de los ingresos por residente está alrededor de los 2,5 millones de dólares.
En sí misma es una pequeña ciudad que cuenta con una escuela primaria, supermercado, clínica de salud, banco, oficina postal, tintorería, campo de golf, pistas de tenis, dos marinas, un recinto de ocio para los perros de los residentes, hotel y hasta un pequeño observatorio astronómico. Aquí solo hay residentes o miembros del club, de allí lo exclusivo de la zona. Para acceder a la isla sólo se puede hacer en ferry. Decir que se es residente de Fisher Island es señal de máximo lujo.
Esta isla fue comprada en 1919 por el empresario y visionario de bienes raíces, Carl Fisher, quien amplió la superficie inicial. Luego de la expansión y a pesar de llevar un siglo expuesta a huracanes, esta isla no se ha hundido ni un metro.
En 1920, Carl Fisher conoció a William Kissam Vanderbilt II, un asiduo visitante del Sur de la Florida, perteneciente a una de las familias más adineradas de Estados Unidos, a quien le intercambió la isla por un yate de 75 metros de eslora. Las siguientes cuatro décadas la isla pasó por otras manos.
No es una isla de grandes mansiones, en su mayoría está conformada por edificios medianos, cuyos apartamentos superan el promedio de los cuatrocientos metros cuadrados.
En próximas entregas, continuaremos explorando otras zonas de Miami, identificando esas características particulares que resultan atractivas para cada comprador.
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